martes, 18 de octubre de 2011

temporalidad

¿Se han dado cuenta como cambia todo con un poco de sueño? Todos los cambios que existen en esa temporalidad entre la vigilia, el sueño y la vigilia nuevamente.

Ayer en la noche no me sentía nada bien. Me costaba trabajo soportar un fuerte dolor, un dolor constante, justo detrás de la cabeza. Dolor completamente identificado.

La primera vez que lo sentí quería arrancarme la cabeza. Es muy raro que me duela la cabeza, yo creo que en mi vida solo 3 o 4 veces había sentido un dolor de cabeza (probablemente por insolación) y dolores específicos después de mi caída, pero eran muy tranquilos. No soportaba sentirlo en la nuca. Intente muchas cosas: dormirme, apretarme la cabeza, bañarme con agua fría, con agua caliente... y las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos.

Me desesperé. Asustada corrí al doctor. Lo que mas me asustaba era no saber a que se debía ese dolor. Ya no quería llorar, hasta el derramar lagrimas era mas doloroso bajo esas circunstancias.

Después de analizar mil posibilidades el doctor solo me sentó y me preguntó con toda la paciencia del mundo

-¿Qué problemas tienes?-

-¿Qué que problemas tengo?, pues que me duele muchísimo la cabeza y ya no lo soporto!!!-

-Si Candy, eso ya lo se... pero ¿Qué problemas tienes? ¿Qué cosas te agobian?-

-pues nada... solo que ya no se que hacer con mi cabeza.-

En ese momento comprendí que mi dolor de cabeza era ocasionado por tensión, que definitivamente había una serie de problemas en mi vida que se había somatizado en forma de tensión muscular detrás de la nuca y eso era precisamente lo que sentía.

Ayer otra vez tuve esa sensación. Ahora sé que cada vez que siento esa tensión detrás de la nuca lo que debo hacer es intentar relajarme y, como casi nunca lo logro, recurrir a un maravilloso relajante muscular, acostarme y dejar de pensar en ese dolor para intentar dormir.

Lo logré, no tan pronto como yo quisiera, pero lo logre. Pude dormirme y olvidarme de ese dolor por un rato.

Hoy en la mañana me desperté, muy fresca, muy descansada, con muchas ganas.

¿Se han dado cuenta como cambia todo con un poco de sueño? Después de una larga tarde, tediosa, con un dolor constante que al intentar soportarlos solo se hacia mas intenso, hoy me siento completamente bien.

Así que he aquí la solución: Los cambios que existen en esa temporalidad entre la vigilia, el sueño y la vigilia nuevamente son la mejor solución para cualquier mal.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Lluvia para dormir


Me siento bastante cansada y mientras se acerca cada vez más la hora de dormir, mis ojos se cierran frente al televisor encendido sin sentido. Tengo que pasarme a la cama, y si ya estoy llegando al estado inconsciente de los sueños, mejor me acomodo para estar ahí por lo menos 6 horas. Empiezo los rituales necesarios antes de dormir, disfruto el bostezar constante y me acomodo bajo las sábanas.

Hay algo muy malo en todo esto: el sueño ya no esta ahí. Por más cansada que me siento no puedo sólo cerrar los ojos y conciliar el sueño. Cambio mi posición; probablemente es el cuello. Si, puede ser que el cuello no esté cómodo. Me cambio de lugar y tampoco me acomodo. Boca abajo siempre funciona, sobre todo porque descansa mucho mas la espalda, pero esa posición altera mi manera de respirar. Entonces boca arriba; así respiro, el cuello está en una posición cómoda, mi espalda también... pero tampoco funciona.

Comienzo a desesperarme, ya no puedo más y es que en ese tiempo tan sagrado que debemos tomar para descansar, simplemente no puedo hacerlo. Cambio constantemente de posición y eso solo hace que me desespere más. Las sábanas en la cama ya no están en su lugar y cada vez que doy vuelta tengo que buscar las esquinas para poder taparme.

Sin aviso previo empieza a llover. No es una lluvia normal, es un pequeño diluvio. Las gotas caen con tanta rapidez que rebotan en el piso, tocando las ventanas y produciendo una melodía peculiar. También rebotan con la puerta y ese sonido ya no es tan agradable, aunado a los relámpagos que puedo percibir a pesar de tener los ojos cerrados y me alertan del estruendoso ruido que seguirá a la luz.

¡No puedo más! Definitivamente esta es una noche en la que no podré dormir. ¡Así pasa!. Mejor lo acepto, me lleno de energía, me levanto y hago algo productivo.

En ese intento por levantarme, empiezo a escuchar con mas atención los sonidos que produce la lluvia. Un goteo constante, fuerte, armónico, que junto con la luz de los relámpagos y el estruendo de los truenos hacen una orquesta bastante especial, y mi mente se empieza a ir, a encontrar en esos sonidos tranquilidad que relaja y me voy, pasando al mundo de los sueños en muy poco tiempo.

¡Buenas Lunas!

Abro los ojos. No puedo creer que la lluvia durara toda la noche. Probablemente fue un sueño. Me levanto de la cama y me asomo por la puerta. Si llovió, no fue un sueño.

Lluvia para dormir, esa es la solución.

miércoles, 5 de octubre de 2011

La segunda parte de la responsabilidad

He mencionado antes la gran responsabilidad que implica cambiar visiones. Ahora necesito referirme a la responsabilidad que conlleva el cambiar esquemas.

A lo largo de la vida las circunstancias que te rodean generan un esquema. Las conversaciones y los puntos de vista encontrados te ayudan a formar tu propio criterio y, aunque esta vida está llena de opiniones no neutrales, el conocer diferentes puntos de vista, visiones encontradas y versiones diferentes de la misma historia, va generando diagramas mentales a través de los cuales puedes dibujar la realidad generando tu propio esquema.

Los esquemas son difíciles de cambiar, sobre todo porque el peso de nuestras convicciones los hacen muy fuertes. Podemos encontrar en nuestro camino argumentos que nos invitan a reflexionar sobre nuestros propios esquemas, y solemos hacerlo mas a menudo de lo que creemos.

Sin embargo, muchas veces no hay cosas trascendentales, simplemente “ligeros cambios de actitud” que por ir en contra de lo que creíamos tomamos con cautela.

También suele haber cambios completos, radicales, y cuando a través de imágenes se rompen tus esquemas el enfrentamiento ante ti y tus convicciones es demasiado fuerte. Es un enfrentamiento ante tus ideales que no necesariamente debe ir en contra, y cuando te das cuenta de una realidad diferente a la que dibujaste en tu esquema viene una responsabilidad diferente, una que puedes o no aceptar, la responsabilidad de cambiar lo que crees que no funciona.

Pero aquí debe ser no una responsabilidad adquirida, sino una convicción de responsabilidad. El saber que si algo no funciona puedes o no hacer algo al respecto, puedes o no intentar cambiarlo, puedes o no hacer que te importe.

Saber de antemano que no es fácil cambiar esquemas y el tuyo ha sido cambiado, saber que querer cambiar cosas siempre implica una lucha contra los que no quieren cambiar y eso nunca es fácil. Es aquí donde llega una incertidumbre sobre como cambiarlo, sobre estrategias, sobre responsabilidad, sobre fortaleza, sobre convicciones, sobre el enfrentamiento contra ti y probablemente contra muchos de los que quieres.

Es aquí donde puedes tener la decisión de adquirir o no esa responsabilidad.