Autoretrato

La imagen ante un espejo es simple ya que su rostro no tiene nada fuera de lo común. Una persona de cara alargada, con dos cejas simulando pequeños animales peludos justo arriba de los ojos, definidos por debajo con profundos pozos labrados con el poco tiempo que lleva en este mundo. Debajo de ellos un lunar, justo en la intersección de dos líneas imaginarias, una que parte el ojo derecho por la mitad y otra que la cruza de manera perpendicular terminando en el engrosamiento de la nariz.

La gente puede percibir la imagen de una persona fuerte, denotada más por rasgos físicos que por actitudes, y sobre todo imponente. Sin embargo es demasiado frágil, y aunque la mayor parte del tiempo puede aparentar fortaleza, su mundo suele derribarse con frecuencia. Es tan difícil aceptar que la mayoría no tenga un pensamiento lógico frente a ella, tan difícil ver que las mentes pueden estar tan cerradas, tan negadas a nuevas ideas, que no permite ni acepta las incongruencias de la gente mayor.

Solo por eso ha escogido vivir en tres mundos simultáneos, tres mundos que por separado son perfectamente entendibles, pero que sólo en ella pueden existir al mismo tiempo.

Su primer mundo está definido por una niña que suele preguntar todo y no quedarse con la duda; que por no saber de buenos modales, el pudor y la vergüenza no le son familiares, que no sabe cuándo está mal decir determinadas cosas ante la gente pero, sobre todo, que siempre dice la verdad de lo que ve con una inocencia que para muchos suele convertirse en estupidez. Una niña traviesa, siempre ideando formas de hacer reír su corazón, ideas que a la mayoría de los adultos no les parecen y, por muy simples que sean, son bastante divertidas cuando tu mente no ha sido perturbada por ideas de madurez que suelen hacer que la gente mayor se comporte de maneras correctas. Como todos los niños tiene miedo de las cosas que no conoce, le teme a los fantasmas, a los extraterrestres y a todas las cosas que están por ahí tratando de hacerle daño a los niños que se portan mal, porque de alguna manera ella siempre ha sido una niña que se porta mal, o al menos eso le dicen todo el tiempo, así que no cabe duda que si un día un ser maligno trata de comerse a un niño por hacer cosas malas, ella seria una perfecta candidata para la cena. No le gusta la escuela, no porque no le guste estudiar ya que tiene un mente igual de inquieta que ella, más bien no le gusta que los maestro no le puedan contestar sus preguntas, y al mismo tiempo siempre la tachen de tonta, así que con el tiempo empieza a guardar muchas de sus preguntas para ella, ya no las expresa, pero siempre busca la manera de responderlas por su cuenta, esa curiosidad innata la ha hecho una buena buscadora de respuestas.

También tiene un mundo de magia, donde ella es una princesa y esta rodeada de cosas inexplicables que le encantan. Un mundo donde, con solo pensar las cosas, pueden hacerse realidad. Y eso no es un inconveniente, porque suele pensar muchas cosas y hacer pociones y hechizos para la gente. Un mundo donde las hadas son una parte importante, ya que las hadas son sus mejores amigas. Ellas suelen moverse mucho mas rápido y como son tantas, pueden estar en varios lugares al mismo tiempo, así que pueden contarle lo que pasa en todo el mundo y, sobre todo, lo que le pasa a la gente que ella quiere y que tanto extraña. Es una bola de cristal maravillosa la que tiene con la alianza que ha hecho con las hadas. Los magos también son sus amigos. Suelen enseñarle formas de lograr cosas que la mayor parte de la gente no puede hacer, solo porque tiene su corazón cerrado a la magia. Es una princesa que cada día vive un cuento junto con las hadas, donde suele haber cosas buenas y malas pero, como en todo cuento, las buenas siempre ganan. Y de la misma manera sueña con un príncipe, pero no necesita un príncipe azul porque eso puede recordarle a alguien muerto o ahogado, mas bien ella busca un príncipe valiente que, junto con ella, juegue a vencer al mundo del mal y con el cual vivir aventuras que contar a las hadas cuando regresa. Siempre ha tenido el deseo de ser una bruja, pero no una bruja mala, ella lo que quiere es poder controlar situaciones, por supuesto no ha su voluntad, porque los magos le han dicho que todo es un ciclo y lo que hagas regresa a ti de distintas maneras, y como a ella no le gusta que le pasen cosas malas, ha decidido que quiere ser una bruja buena, alguien capaz de cambiar las situaciones de la gente, alguien que pueda ayudar a los demás con sus hechizos, y se esta esforzando en ese punto.

Por último tiene un mundo de anciana, un mundo donde realmente disfruta su soledad, donde todo gira en torno a la gente mayor y a sus ideas, a los debates e intercambios de opiniones. Donde puede estar de la mejor manera platicando y bebiendo vino, siempre y cuando la conversación lo amerite. Puede hablar de su experiencia y ésta es respetada. Ella sabe que ha venido a hacer algo grande y se esfuerza por hacerlo día a día. A veces puede ser tan aburrida como la gente mayor, porque suele olvidar lo que ya contó y lo repite varias veces, es uno de esos síndromes que dan con la edad. Le encanta, como a toda gente mayor, creer que tiene la respuesta, así que siempre tiene un consejo para todo, o una anécdota que contar al respecto. Muchas veces la gente no entiende lo que trata de decir, y es que acumula muchas ideas y no puede ordenarlas tan rápido como habla, por lo que frecuentemente pierde el hilo de sus ideas. Por supuesto también es testaruda, y suele caer en terquedades, pero es que a su edad ella cree saber exactamente lo que es correcto. Le gustan las visitas y por supuesto ser el centro de atención, que la gente se preocupe por ella y que pregunten como se siente, y aunque no sufre de achaques algunas veces solo quejarse de algo la hace sentirse mejor. Con la edad se ha vuelto muy sensible, por lo que cualquier película puede hacerla llorar y recordar cosas, y es que su mente esta llena de recuerdos, llena de cosas que le encanta compartir, y a eso se dedica.

Así es ella. Una persona tan perfectamente normal en cada uno de sus mundos, tan coherente con las ideas de cada uno, que no cabe duda que pertenece a los tres, por supuesto, al mismo tiempo.