domingo, 30 de marzo de 2014

Hi, I'm Candy and I a Shopaphobic #100happydays #candymax #dia010

Domingo, 30 de marzo de 2014

Cualquiera que me conozca bien sabe que si hay algo que no me gusta hacer es ir de compras. Tan no me gusta que agradezco a aquel que sugirió Superama a Domicilio, al que tomó la decisión de llevarlo a cabo y al tipo que hizo la maravillosa plataforma a través de la cual puedo pedir mi super a través de mi iPhone.

Simplemente no entiendo como alguien puede dar vueltas en una plaza sin saber que busca, babeando aparadores deseando cosas que no pueden comprar... gente en el super que dejan sus carritos en ese lugar exacto en donde estorban a todo el mundo. No lo sé, en serio no lo sé, pero no me gusta ir de compras.

El problema es que hay cosas que no puedes pedir por internet y hay cosas que a fuerza de tienes que probar. Así que con todo el dolor de mi corazón, hoy me quite la hueva más enorme del mundo y la idea de pasar el domingo en una relación fiel con mi cama, y me fui de compras.

Además esta es una tarea que no hay manera de que haga sola, porque mi humor cae en los peores estados y siempre necesito gente que me eche porras para poder seguir adelante en tan difícil tarea.

Estuvimos 4 horas y media caminando, comprando las cosas necesarias, ni un momento nos sentamos, más que cuando tuvimos que subirnos nuevamente al coche para cambiar de plaza, y mi tobillo que aun sigue sentido empezaba a quejarse de tal actividad física.

Esto de ser una persona chiquita y hacer cosas como jugar fútbol o andar en moto, se vuelve una tarea muy complicada porque nunca hay cosas de tu tamaño. Siempre hay miles de cosas en el mercado y siempre que pregunto por algo que me gusta, nunca hay de mi tamaño. Y hoy justo, justo en el momento en el que estaba a punto de claudicar y mi humor estaba a punto de romperse, justo en ese momento apareció ante mi, con una luz desde arriba, lo juro, la chamarra que estaba buscando. Esa chamarra que necesitaba pero que no sabía en donde buscar, esa chamarra que ajustaba perfecto a las proporciones de mi cuerpo, del color adecuado, de la forma adecuada... wow! encontré la chamarra que quería sin saber que la estaba buscando.

No tengo idea si esa es la sensación que tiene la gente cada vez que va de compras, pero yo me puse mi chamarra y simplemente fui feliz, así de fácil. Podía tachar de mi lista una cosa, podía tacharlo y no era algo con lo que tenia que conformarme, sino algo que me encantaba, me quedaba.. encajaba perfecto.

Pero a pesar de haber sentido esa satisfacción de encontrar algo que encajaba perfecto, dudo mucho cambiar mi parecer de que no me gusta ir de compras. 


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