jueves, 24 de noviembre de 2011

El Entierro


Esta historia fue escrita después
de la ultima vez que Pearl Jam
estuvo aqui... en el 2005.
Hoy, 6 años después,
todo está enterrado
y la historia continúa...
2011 y todo sereno.

EL ENTIERRO

- En realidad no se si quiero ir. Bueno, sé que quiero ir, pero no se si estoy lista para soportarlo –

- No seas tonta, ¡tienes que ir! –

- Pero no lo sé, en serio no lo sé. Son tantas las cosas que íbamos a hacer juntos… -

- Pues si, pero el íbamos ya no existe… Además, ¿si no lo hubieses conocido irías al concierto? –

- Pues por supuesto, tu sabes que es una banda que esta en el soundtrack de mi vida –

- aja! Entonces… -

- pues, pues… pues tienes razón. Creo que iré. Pero no va a estar del todo divertido, me conozco y me la voy a pasar chillando la mitad del concierto porque con esa canción hicimos tal cosa, y con esa otra estábamos acá, y esa canción fue la que escuchamos cuando… -

- pues si, pero así es esto de la vida. Además es como una mala gripa, ya mejor que te de de putazo o si no vas a estar moqueando por dos meses sin que la gripa te de del todo ni se te quite –

Se quedaron de ver a las 6:30. El concierto era a las 8 pm, pero ella es una neurótica de la puntualidad y le molesta sobremanera estar en el tráfico. Punto de reunión: Blockbuster de M.A. de Quevedo. Llegan por fin a la cita y ella se sube al auto. No puede negar la euforia que acompaña el previo al concierto. Sintonizan su estación preferida en el radio y están pasando canciones de la banda. Empiezan a entonar gargantas y los conductores de la estación hacen una entrevista a algunos miembros de la banda:

- ¿Y que tal estuvo su concierto en Monterrey? –

- ¡Increíble! Sólo que hacía mucho más frío del que habíamos pensado, así que a la mitad del concierto nos estábamos helando. Pero la vibra de la gente es la que nos mantuvo ahí –

- ¿Y están felices de regresar a México? –

- Definitivamente, México es un lugar que nos recibió muy bien y lo agradecemos –

El tiempo avanza y ella no deja de ver el reloj. Quedo de verse con más gente a las 7:30 porque ella trae los boletos de la mayoría. Esta extasiada, no puede creer que ya va rumbo al concierto, no puede creer aun que haya tomado la decisión de ir, no puede creer que va a un entierro.

Las emociones fuertes son difíciles de soportar, pero es más fácil con una cerveza. Se acomoda en su lugar junto con los demás. Los técnicos de la banda están ajuntando cables, probando sonido. Para cuando entraron al lugar el grupo que abría ya había acabado de tocar, así que sólo estaban ajustando los últimos detalles.

La gente esta en un estado de euforia masiva. La ola pasa todo el tiempo a través de las gradas, la gente aplaude, silva, grita. Ya nadie sabe que mas hacer mientras la banda sale.

En ese momento se empieza a escuchar una canción con un volumen lo suficientemente alto para que todo mundo le ponga atención: ¿Por qué se fue? ¿Por qué murió? ¿Por qué el señor me la quitó? Se ha ido al cielo y para poder ir yo debo también ser bueno para estar con mi amor… La gente empieza a aplaudir al ritmo de la música y Eddie sale al escenario cantando a coro:

Ou ou ou …

Oh, where oh where can my baby be?
The Lord took her away from me
She's gone to heaven, so I got to be good
So I can see my baby when I leave this world.

Todo mundo se para, grita, ella no puede creerlo. Eddie ha salido al escenario y este entierro ha comenzado.

- ¡Hola México! Estamos felices de estar aquí. -

No puede contenerse tanta emoción. Todos gritan, ella grita y solo siente como la garganta le raspa después de 2 semanas de tos y no poder dejar de fumar.

- Éste es el último concierto de nuestra gira, y hemos dejado lo mejor para el final. –

Se escuchan los primeros acordes y a ella le palpita el corazón tan fuerte que puede sentirlo en todo su cuerpo. Cierra los puños tratando de que toda la energía se acumule y explote cuando debe explotar. No puede creerlo. En este entierro la primera frase que escucha es.

“waitin', watchin' the clock, it's four o'clock, it's got to stop
tell him, take no more, she practices her speech
as he opens the door, she rolls over...”

Así es como debió empezar el entierro. La emoción no puede contenerse más y con los puños cerrados sin dejar salir la energía solo sintió sus mejillas mojadas. Las lágrimas empezaron a salir y no podía contenerse

“she lies and says she's in love with him, can't find a better man...
she dreams in color, she dreams in red, can't find a better man...
can't find a better man
can't find a better man
ohh...”

La canción ha terminado y ella logró derramar las lágrimas que faltaban. Cada uno de los acordes trae una serie de imágenes a su cabeza. ¿Han escuchado que cuando estás a punto de morir tu vida pasa muy rápido en la memoria? Eso es lo que ella vio. Revivió los últimos dos años en ese concierto.

the waiting drove me mad...you're finally here and i'm a mess
i take your entrance back...can't let you roam inside my head
i don't want to take what you can give...
i would rather starve than eat your bread...
i would rather run but i can't walk...

¿Recuerdas cuando, junto con uno de sus amigos, planeaste caerle de sorpresa? Fue maravilloso, ibas a ir en camión, pero su amigo te dijo que estabas loca, que mejor fueras en avión y el pagó la diferencia porque en ese momento tu no tenias dinero. Si hay algo que no puedes borrarte de la cabeza es su cara de sorpresa. Él estaba tan feliz de verte ahí. Corrió a ti y te abrazó por un tiempo que sentiste eterno. Lo extrañabas y aun no llevaba mucho tiempo fuera.

Poco a poco todo toma sentido. Cada canción es un recuerdo, cada acorde un pedazo en la memoria, una evocación al pasado, a ese pasado que ya no existe y no puede seguir siendo, ese pasado que viene a enterrar.

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