domingo, 25 de enero de 2015

Rodando los 46 de Guanajuato: CUERÁMARO

domingo, 25 de enero de 2015


MUNICIPIO 12:CUERÁMARO


La visita por los 46 municipios de Guanajuato sigue, y poco a poco todo toma un poco mas de orden. Este domingo nos tocó Cuerámaro, un municipio al Oeste de Irapuato, del cual quizá muchos han escuchado, pero nadie sabe nada. Hicimos nuestra búsqueda en google sobre "turismo Cuerámaro" y para nuestra sorpresa resulta que había mucho más cosas que hacer de las que nos iba a dar tiempo.

Como siempre, la cita era para salir a las 10 en punto, esta vez desde starbucks. Los que se apuntaron fueron Ara, Chispol y Emmanuel. A las 10 en punto llegaron Ara y Chispol, así que empezamos la rodada. Un
camino bellísimo, con paisajes llenos de maizales y otros cultivos que no puedo identificar, pero lleno de color. Llegamos al Centro de Cuerámaro y afortunadamente había miles de lugares para almorzar. Llegamos casi a las 11 de la mañana y en lo que nos estábamos estacionando llegó Emmanuel. Su historia: Emmanuel vive en Salamanca (igual que Chispol) y como se le hizo un poco tarde, decidió esperarnos en la desviación de Irapuato a Cuerámaro. Dieron las 10:30 y no pasamos, lo que generó ciertas dudas en Emmanuel, hasta que vio pasar a una persona a la cual se acercó a preguntarle si esa era la única manera de llegar a Cuerámaro.... y ¿qué creen? pues que justo nosotros nos fuimos por el otro lado!!! Pero afortunadamente llegamos a Cuerámaro al mismo tiempo.


La señora de las quesadillas y las gorditas nos dijo mas o menos a donde teníamos que ir, y descubrimos que en Cuerámaro la unidad de medida de distancia son las milpas y la unidad de medida de tiempo es el ratito. Dimos la vuelta en la Plaza Central de Cuerámaro para buscar el letrero que dijera Cuerámaro y para nuestra sorpresa, el único letrero bonito fue el que encontramos en el bote de basura, justo en donde nos tomamos la foto. Me sigo y seguiré quejando de no poder encontrar la señalética en Guanajuato.

Ya con las fotos correspondientes, incluida la mía y la de Al en el kiosco, nos movimos a lo que habíamos escuchado era el Platanal. El platanal (o platanar, depende a quién le pregunten) es una fila de enormes árboles de Sabinos (eso nos dijeron, confieso que como bióloga no tengo datos suficientes pata confirmar tal información) que enfilan un pequeño río artificial por donde baja un riachuelo con agua super limpia y helada. Son árboles enormes! magnánimos! que simplemente escoltan al agua en su paso. Ya después nos enteramos que más arriba hay una presa... pero será en otra ocasión. 

Ya ahí y con las debidas fotos tomadas, partimos hacia
San Gregorio que, según la señora de las quesadillas, es en donde está todo lo bonito para ver de Cuerámaro. Llegamos a San Gregorio preguntando por la Hacienda y nos dieron instrucciones en milpas y ratitos que logramos decifrar. Llegamos al lugar y resulta que es un lugar privado y que estaba cerrado. Ya decepcionados nos estábamos subiendo a las motos cuando llegó don Antonio Alcocer, el propietario del lugar. Una persona de lo más bella que, en sentido estricto, nos abrió las puertas de su casa. Un bello hostal lleno de historias y añoranza, con tal calidez por parte de sus anfitriones que nos hizo, justo como el lo auguró, sentir en casa. Sin lugar a dudas deben visitar ese lugar cuando vayan por allá y, por favor, deben compartir las historias con Don Antonio, quien cual excelente anfitrión, antes de partir nos preguntó si todos traíamos seguro, si nuestros cascos y nuestros guantes estaban bien ajustados y, por supuesto, nos deseo un buen camino. Siguiendo sus instrucciones nos dirigimos a La Garita. 


Nuevamente nos enfrentamos al tema de las unidades de medida y un poco de las direcciones, porque ya íbamos "rumbo" a La Garita, según nosotros y la dirección de Don Antonio, pero resulta que íbamos en el otro sentido. La gente de la población a la que llegamos nos dio nuevamente las instrucciones en milpas y ratitos y por poco nos pasamos.

Encontramos un camino de terracería, sin letrero alguno excepto por uno que prohibía la caza y la pesca y decidimos seguir por ahí en busca de La garita, un lugar que estaba en todas las guías de turismo pero que no teníamos ni idea de que era. 

Para nuestra enorme sorpresa, La Garita es un lugar de ensueño, un pequeño río que corre a través de una breve cañada con cortes en las piedras que dudamos sea por erosión o por deslave. El camino no es fácil, de hecho para el tipo de motos que tenemos no creo que haya sido adecuado, pero lo
logramos. No sabemos como llegar arriba, y quizá el tiempo no nos permitió seguir explorando, pero parece que vale la pena seguir el viaje cuesta arriba a la presa, porque seguro es un lugar igual de encantador que la parte de abajo.

No había mucha gente, así que nos permitió sentirnos únicos en el planeta, tal como dijo Emmanuel "como niños chiquitos explorando nuevos horizontes". Como pudimos bajamos al agua, Ara se trajo algunos renacuajos de recuerdo y todos felices, escuchando el sonido del agua. Definitivamente necesitamos más tiempo para explorar toda esa zona, porque sin lugar a dudas vales la pena.

Todas las fotos de la travesía las pueden ver aquí.


DISTANCIA TOTAL:
132 km

TIEMPO TOTAL:
5 h 10 m 32 s




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