No sé por qué siempre nos genera mucha emoción encontrarnos dinero. Incluso cuando es nuestro... esa sensación de encontrar dinero en una bolsa de un pantalón o de una chamarra siempre nos llena de alegría.
Pero mejor aún es encontrar dinero que nunca fue nuestro, así sea una pequeña moneda. Hoy me encontré 20 pesos en el baño de un bar, perfectamente doblados, esperando para mi. La verdad es que me emocionó mucho, aunque con 20 pesos seguro no me alcanza ni para una cajetilla de cigarros :P así que decidí que esos 20 pesos se quedaran ahí, con mis otros dos billetes de la buena suerte, en mi cartera, recordándome que a veces esas cosas tan sencillas son las que te hacen más feliz.
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