martes, 29 de abril de 2014
Creo soy quien soy, no por mi, sino por la gente que me rodea. A mi no se me ocurren todas las ideas, a mi no me llegan de la nada la solución a los problemas o las estrategias para solucionarlos. Yo no puedo sola, siempre requiero de un equipo.
Por supuesto los equipos muchas veces son difíciles, muchas veces los miembros no logran llegar a acuerdos y eso dificulta la resolución de problemas, pero he tenido la gran fortuna de pertenecer a maravillosos equipos en los que la confrontación de ideas se vuelve, no solo una actividad enriquecedora, sino por mucho divertida.
He tenido la oportunidad de rodearme de gente muy valiosa en sus ramas de trabajo y en sus propias vidas, de gente a la cual admiro y de gente de la que aprendo todos los días que puedo convivir con ellos.
Tener un buen equipo de trabajo hace que todo sea mucho más fácil, hace que las cosas fluyan como debe ser y que las soluciones propuestas sean las adecuadas. Te enriquecen con la discusión constante, te ayuda a ver las cosas de otras maneras inimaginables para ti, te ayuda a enfrentar tus propios argumentos, te motiva a seguir buscando nuevas soluciones y a nunca dejar de luchar.
Tener un buen equipo de trabajo genera esta felicidad de sentirse satisfecho con lo que hacemos, con los resultados. Tener un buen equipo de trabajo hace que te aferres más a aquello que amas, a lo que te apasiona.
Yo soy feliz de tener a mi alrededor grandes equipos de trabajo.
¡Gracias a todos los implicados hoy! Sin ustedes jamás lo hubiésemos logrado :)