Martes, 1 de abril de 2014
Hoy tuvimos un gran evento en el Parque de Innovación Agrobioteg, y como todo gran evento, requiere cierto código de etiqueta con el que yo no me siento cómoda.
En serio sigo sin entender como la gente puede andar en tacones todo el día! Lo entiendo si trabajas en una oficina sentada y tu movilidad es poca o nula, pero cuando la intención del evento es dar un recorrido por todas las instalaciones... mmmm... ok, acepto que hay muchas cosas de este mundo que siguen sin respuesta para mi.
Lejos de la incomodidad del zapato alto, el evento fue todo un éxito, alcanzamos el objetivo planteado y sobre todo los asistentes se fueron asombrados de las cosas que se logran con el sistema de Parque de Guanajuato, y en especial de Agrobioteg.
Ya que por fin todo está terminado y listo, pude regresar a casa, y lo primero que hice, lejos de dejar la bolsa y la mochila (que cualquiera que me conozca sabe que siempre ando cargando hasta el molcajete), subí a mi cuarto a liberar a mis pies de esa gran tortura! y oh!! qué maravilla! qué inmenso placer es quitarte los zapatos altos y ponerte tus crocs!
Adquirí mis Crocs hace 5 años, justo después de romperme el tobillo (oootra vez) y de tener que usar una férula por algunos días más. Por supuesto, ninguno de mis tenis me entraban con todo y férula, pero las Crocs resolvieron el problema a la perfección. Después de 2 semanas de ir en Crocs a la oficina, ya no tuve pretexto y tuve que dejarlas para uso en la casa.
Después descubrí que son lo mejor para después de jugar fútbol. Una vez que el encuentro había acabado, me quitaba mis tacos, mis calcetas, los vendajes y otra vez, ahi estaba esa maravillosa sensación en mis piesitos de ponerme mis Crocs.
Mis Crocs han sido, por mucho, lo primero que busco al llegar a casa. Han sido grandes compañeras de viaje y de aventuras. Pero lo mejor, es que mis Crocs han sido la comodidad en su máxima expresión.
Gracias John William Todd por haber inventado las maravillosas Crocs!
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