Domingo, 6 de abril de 2014
Pero lo que si es una maravilla, lejos de la sombra que le puede dar la palmera a mi cuarto, es que hay un pajarillo que ha estado aquí desde que llegué. La verdad es que no se si es el mismo, no podría decirlo, pero lo que si se es que mágicamente, desde que empezó la primavera, viene todos los días a pararse a la ventana y cantar por la mañana y por la tarde. Es simplemente maravilloso!
Claro, luego Moka y Douglas se dan cuenta y lo ahuyentan corriendo histéricos hacia la ventana, pero siempre regresa, por la mañana y por la tarde, a darme mi sesión de serenata diaria.
Ojalá sea una hembra y pronto pueda ver un pequeño nido desde mi ventana :)
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