domingo, 27 de abril de 2014
Conocer gente nueva, ir a nuevos lugares, probar cosas nuevas... eso es una de los placeres más grandes de la vida: abrir tus horizontes.
Esos placeres van cambiando en nuestro camino, y conforme el tiempo pasa nos volvemos más desconfiados hacia muchas cosas: la gente, lo lugares, la comida, las bebidas, lo sabores... con el paso del tiempo nos volvemos más precavidos al respecto y pocas veces nos damos la oportunidad de abrir nuestro mundo hacia nuevas cosas. Los círculos se hacen cerrados y nos volvemos más exigentes.
Hoy me di la oportunidad de conocer a un perfecto desconocido. Hoy me di la oportunidad de abrir esos círculos y romper esquemas, y lejos de todas las expectativas, ha sido una experiencia por demás encantadora.
Hoy rompí 3 barreras: conocí a alguien nuevo, fui a un lugar al que nunca había ido y probé una cerveza que jamás había probado y al final tuve un día fenomenal, justo el día que necesitaba antes de empezar una semana de mucho trabajo.
Me reí como enano, descubrí que no soy la única que se queja de ciertas cosas, disfruté mi comida y mi bebida y ahora se ha abierto toda una nueva gama de posibilidades.
Un simple evento, una simple decisión de conocer algo desconocido puede cambiar muchas cosas. Un solo evento, una simple decisión hizo que mi fin de semana se convirtiera en algo no solo enriquecedor, sino motivador. Me llenó de energía y me impulsó a seguir buscando cosas nuevas... hay tantas cosas nuevas por probar, tanta gente nueva por conocer... que es ahora o nunca.
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